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Roma, Italia, a 11 de febrero de 2015.- Más de 300 migrantes originarios del norte de África habrían muerto en el mar Mediterráneo en su intento por llegar a costas italianas y así acceder a Europa, debido a las malas condiciones climáticas.
Según relataron algunos de los supervivientes de la tragedia, más de 400 personas, a bordo de cuatro botes inflables, zarparon de Libia el sábado pasado con destino a la costa italiana, con el objetivo de ingresar a Europa.
La Guardia Costera italiana rescató la mañana de este día, en medio de temperaturas congelantes y de olas de hasta ocho metros de altura, a los pasajeros de una de los cuatro botes, sumando un poco más de 100 personas.
De éstos, alrededor de 29 fallecieron de hipotermia en su mayoría cuando eran trasladados por dos barcos de la Guardia Costera hacia la isla de Lampedusa, entre Libia y la isla de Sicilia.
Sin embargo, no se sabe nada de los otros tres botes ni de sus más de 300 pasajeros.
Al respecto, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) urgió a que se refuerce la capacidad de búsqueda y rescate. La agencia hizo el llamado porque el número de migrantes que trataron de cruzar en botes de traficantes en las primeras semanas de 2015 fue significativamente mayor que en el mismo periodo de 2014.
Más de 218.000 personas cruzaron el Mediterráneo a través de rutas irregulares el año pasado y unas 3.500 murieron durante el intento, informó Acnur.
Asimismo, el Papa Francisco pidió este miércoles solidaridad para que "a nadie le falte el necesario auxilio" tras la enésima tragedia de inmigrantes en el Canal de Sicilia.
"Sigo con preocupación las noticias que llegan de Lampedusa donde se cuentan otros muertos entre los inmigrantes a causa del frío durante la travesía en el Mediterráneo", dijo el papa al terminar la audiencia general celebrada en la plaza de San Pedro.
